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Cuadernos de Calvete: las mil y una noches del escándalo

El triunfo electoral del 26 de octubre no solo le devolvió al Gobierno la tranquilidad cambiaria, sino que le sirvió para asentar mejor las piezas de su propio andamiaje: le dio por primera vez o...

Cuadernos de Calvete: las mil y una noches del escándalo

El triunfo electoral del 26 de octubre no solo le devolvió al Gobierno la tranquilidad cambiaria, sino que le sirvió para asentar mejor las piezas de su propio andamiaje: le dio por primera vez o...

El triunfo electoral del 26 de octubre no solo le devolvió al Gobierno la tranquilidad cambiaria, sino que le sirvió para asentar mejor las piezas de su propio andamiaje: le dio por primera vez orden interno. Ganó Karina Milei, está claro, y eso parece haber sido asimilado incluso por el ala más afectada a simple vista, la que encabeza Santiago Caputo. La primera muestra de que el asesor aceptó esa jerarquía y lo que viene con ella, el rol de los Menem, estuvo en su primer gesto visible: nunca quiso, ni siquiera cuando lo proponía públicamente el Presidente, ocupar un cargo en el gabinete. Seguirá en el lugar de siempre.

Caputo conoce bien a los Milei. Suele repetir que parte de la dirigencia se confunde con la metáfora del “triángulo de hierro”. Él lo imagina en realidad invertido: la figura podrá tener tres vértices, pero él está en todo caso representado en el de abajo, y Karina y Javier, en un nivel superior que, pocos lo dicen, funciona casi a la par. Difícil romper ese equilibrio que viene de la infancia de los Milei y al que, de tanto en tanto, el Presidente le da deliberadamente algún impasse apoyándose en su asesor. Caputo se lo explica así a su equipo. El lunes, su cuenta de Twitter @slcaputo reposteó un mensaje de @UnmodernmanBot, un usuario que compendia pensamientos de Maquiavelo: “Los mayores errores de un hombre se cometen en su afán de sentirse importante. Se apresura a ser visto, en lugar de convertirse en alguien digno de ser visto”.

Habrá que ver si la calma termina de asentarse o si algo inesperado la altera. No solo del universo de la economía, el más gravitante. El de la Justicia también cuenta. ¿Podría alguien asegurar que una causa explosiva como la que llevan adelante el fiscal Franco Picardi y el juez Casanello en la Andis por lavado no le dará al Gobierno más sobresaltos? Creer que la discusión termina en la autenticidad de los audios de Spagnuolo sería un error en una investigación que cobró vida propia. Los cuadernos de Miguel Calvete son a estas alturas como Las mil y una noches: un escándalo dentro de otro. ¿Qué tan arriba en la estructura de La Libertad Avanza podrían escalar las complicidades de ese elenco de entusiastas que formaron en 2022 el Grupo Museo, en honor a reuniones habituales que tenían en el Museo del Jamón, de Lima y Rivadavia, y que soñaban ya entonces con ubicar un representante en alguna caja del sector de la salud? El chat creyó llegar a la cumbre en junio de 2024, cuando Daniel Garbellini, uno de sus integrantes, fue designado director de Acceso a los Servicios de la Andis. “Este lunes 6 de junio se alinearon 6 planetas en el espacio”, celebró en el WhatsApp Patricio Rama, vinculado con las droguerías Génesis y New Farma y ahora incluido en los pedidos de indagatoria.

¿Y quién acercó a Garbellini para que Spagnuolo lo designara? Es el eslabón perdido de esta historia. Los implicados dicen ahora que fue la droguería Suizo Argentina, que manejan los Kovalivker, la que convenció a Lule Menem y este lo propuso. Menem niega tener vínculos. Pero no habla en público. Antes de las elecciones había definido el caso como una “burda operación política del kirchnerismo”.

El Gobierno dice que el dictamen de Picardi no hace más que confirmar que nada de lo que sugieren los audios era cierto. Y es verdad que no hay menciones a funcionarios que no sean del ámbito de la salud, pero también que el rumbo de la fiscalía parece intentar constatar una sospecha: la droguería Suizo Argentina habría sido proveedora de varias de las involucradas, pero con algún aval más alto.

Mientras tanto, Karina avanza. Dicen que piensa en modificaciones para las áreas de Justicia e Inteligencia, probablemente para marzo, pero que prefiere que el Gobierno se concentre en los seis proyectos que debe enviar al Congreso: presupuesto, reformas laboral, tributaria y penal y las leyes de glaciares e inocencia fiscal. Anteayer al mediodía, con Santiago Caputo presente, la reunión de la mesa política volvió a hacerse en la oficina de la secretaria general de la Presidencia, donde se repasaron números. Si se cuentan los diputados radicales que acaban de sumarse a La Libertad Avanza –el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier–, el oficialismo tiene en la Cámara baja ya 92 legisladores, frente a 96 de Unión por la Patria, todavía la primera minoría. “Vamos a llegar a 95 antes del 3 de diciembre”, se entusiasman los libertarios pensando en la fecha de la sesión preparatoria.

Cuentan al respecto con la otra novedad de las elecciones, el resquebrajamiento del peronismo. Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, le anticipó esta semana a Diego Santilli que sus legisladores abandonarían Unión por la Patria. Jalil depende en realidad de un gesto que el Gobierno analiza: transferir a Catamarca el 33% que el Estado nacional tiene de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), cuyas acciones se reparten hasta ahora en tercios la Nación, esa provincia y la Universidad de Tucumán.

Jalil armará bloque propio, al igual que otros líderes provinciales que ya dejaron Unión por la Patria, como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalaqua (Misiones). Esta semana, la comida que José Mayans hizo en la sede de Matheu para unificar al PJ del Senado tuvo algunas bajas. Estuvieron los de Santiago del Estero, que conduce Gerardo Zamora, pero no los cuatro de Convicción Federal (Catamarca, San Luis, Jujuy y La Rioja) ni tampoco el pampeano Daniel Bensusán, que responde a Sergio Ziliotto. La concurrencia llegó a 33, uno menos que la integración actual de Unión por la Patria.

Será el peronismo después del 10 de diciembre. Ya se nota en la provincia de Buenos Aires. Augusto Costa, ministro de Producción, está nervioso. A algunos proveedores se les ha pedido paciencia para cobrar. Kicillof tampoco sabe si tendrá los votos para aprobar el endeudamiento, duda que se explica más del lado camporista. Inciden ahí las objeciones de Máximo Kirchner, a quien nunca le gustó la afinidad que su madre llegó a tener en algún momento con el gobernador. Nada personal. La expresidenta valora ese perfil de militante: académico, economista, locuaz.

Pero el Gobierno no quiere meterse en esa interna. Y es probable que vote el endeudamiento bonaerense. “No podés dejarlos sin gobernabilidad”, le dijeron en la Casa Rosada a Agustín Romo, jefe del bloque provincial. Kicillof tiene ya una restricción de presupuesto visible. La última cuota de los impuestos inmobiliario y rural para los valores más altos volverá a venir como el año pasado: con un aumento al doble.

A Milei tampoco le sobran recursos. Su apuesta es además riesgosa: debe seguir bajando tasas de interés para monetizar la economía y lograr una reactivación mientras, al mismo tiempo, acumula reservas e intenta bajar la inflación a menos del 2% mensual. Lo harán, dice el Gobierno, hasta que la demanda de dinero ponga un límite. Es decir, que pase a precios o al dólar y obligue a otro apretón monetario.

Por eso el Gobierno agradece el envión de las elecciones que les dio aire a muchos de sus argumentos económicos. Hasta Emilio Pérsico acepta ahora que no tiene tanto sentido plantear el riesgo de la reforma laboral porque, apunta, los trabajadores formales son cada vez menos. Cambió el aire. Lo advierten los abogados de Pablo Atchabahian, único detenido en la causa de la Andis, que se quejan de que la investigación mira ahora más a exfuncionarios de Pro que a los libertarios. Dependerá en realidad de lo que encuentre el fiscal. Lo saben Garbellini, Calvete y la mesa del Museo del Jamón: los planetas pueden alinearse y chocar meses después.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/cuadernos-de-calvete-las-mil-y-una-noches-del-escandalo-nid22112025/

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